el vaso chico de polito es mas grande que el mediano de freddo. y cuesta la mitad. y no lo envidia en nada, eh. es mas: en ciertos sabores (como la frutilla y la banana con dulce de leche) supera a las cadenas top del rubro.
lo descubrimos en el primer luciotur. orgullosos de tan dulce hallazgo, volvimos este año. cuando ya estabamos x levantarnos para continuar con la caminata de reconocimiento, irrumpio en el salon el mismisimo polito. nos convido unas galletitas recien horneadas y le arrancamos su historia (o lo que de ella eligio revelar).
polito se llama leopoldo, tiene 58 y fue papa primerizo hace seis meses. acaba de sentar cabeza despues de una juventud que se estiro mas de la norma. de origen vasco y espiritu libre, paso dos años en israel trabajando en un kibutz. en los 70, escapando de algo que desconocemos pero intuimos, saco un pasaje a europa. hizo escala en rio de janeiro. nunca llego a tomar el vuelo de conexion: "cuando me desperte, habian pasado seis meses". ¿de que desperto? lo ignoramos. lo sospechamos.
ejercio distintos oficios. fue y vino durante años entre rivera y la cidade maravilhosa. supo gambetear el infierno grande del pueblo chico sin huir de el. hoy, de vuelta de los excesos y las aventuras, disfruta de su beba. y de su ultimo capricho: compro el unico hotel de rivera, abandonado, fantasmal. lo puso lindo y lo reabrio. mas que por la plata, adivino que lo habra hecho por el placer de las conversaciones furtivas con los huespedes de ocasion, forasteros que lo ayudan a contrarrestar el tedio de ver siempre las mismas caras.
los vecinos lo miran con logica desconfianza. lo consideran un bicho raro y un adultero pecador, desde que la (ahora ex) esposa lo sorprendio en la cama embarazando a su empleada veinteañera. para nosotros, en cambio, polito es un heroe anonimo, incluso pese a las miserias y las debilidades que prefirio omitir en su relato. o quizas, precisamente gracias a ellas.
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