sábado, 22 de agosto de 2009

la promesa

como estudiantes sin veron. asi nos quedamos justo en la vispera del gran viaje. igual que el pincha antes de la semi clave vs nacional, en la que el equipo debio ofrecer una prueba de jerarquia y caracter con su alma & lider mirandolo x tv.

los players del pachorra sabella se juramentaron, entonces, dejar la vida en el pasto mitico del centenario. hoy son leyenda.

cuando chun cayo enferma y puso en duda su presencia en la comitiva del segundo luciotur, me acorde de ellos. aquel fue un dia de ansiedades online: como esas damas que responden con "ni" a la insinuacion masculina, en cada sms, correo o llamado chun estiraba la agonia cual chicle jirafa. nunca terminaba de bajarse. le prometiamos el oro y el moro: fasciculos de cosecha organica, traslados puerta a puerta, doble racion de milanesas de felisa. pero su salud empeoraba hora tras hora y el ultimo parte medico, al filo del anochecer, sono a mandamiento. no viajaras.

la reaccion inmediata, desconcierto. la siguiente: cancelemos todo. hasta que sacamos fuerzas de donde ya no quedaban y suscribimos, los 4 pasajeros que seguiamos adentro, un acuerdo tacito. nos prometimos -los judios no juran (?)- ir y romperla; poner lo mejor de cada uno para sobreponernos al golpe y reeditar la magia del luciotur fundacional. si el pincha pudo sin veron, saldriamos tambien nosotros airosos del desafio. seria el modo perfecto, ademas, de honrar la mistica chunense.

el sabado a las 5 y media de la mañana ya estabamos todos despiertos, con los bolsos listos, las ilusiones enteras y la sensacion de que nadie mas podria entender, a esa hora del alba, el entusiasmo que el flash de rivera nos genera. sucho llamo seis menos cuarto para coordinar con pupu el operativo mate. un rato mas tarde cargamos el auto, reseteamos el cuentakilometros y nos perdimos en la oscuridad del viaducto.

antes de subir a la autopista, mire por el espejito y me parecio ver a chun sentada atras, entre lele y sucho. los sentidos todavia nos engañan en los primeros ratos de la vigilia.

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